miércoles, 8 de septiembre de 2010

Mantis Religiosa

Cuando nos referimos a una Mantis Religiosa, hacemos caso omiso de lo que en verdad quiere decir y nos vamos con la idea de que se trata de solo un insecto.

En realidad el termino Mantis Religiosa engloba a todo un orden de insectos, es decir, el nombre común de estos insectos es Mantis Religiosa pero en si hay muchos géneros y especies diferentes de Mantis Religiosas.

A los insectos que sufren una metamorfosis incompleta o gradual se les denomina hemimetábolos, como es el caso de las Mantis Religiosas.

En la metamorfosis hemimetábola o gradual el insecto nace con una forma similar a la adulta (llamada ninfa), aunque sólo tiene parcialmente desarrolladas las alas y el aparato reproductor.

La ninfa se transforma en adulto mediante un proceso gradual y no existe fase de pupa.

Las fases de ninfa están separadas por sucesivas mudas o ecdisis del exoesqueleto rígido y cada fase sucesiva se aproxima más a la forma adulta.

La metamorfosis de las Mantis es hemimetábola pasando de huevo (Ooteca), ninfa, sufriendo diferentes estadios ninfales; hasta llegar a adultos.

Para identificar con mayor facilidad estos instares o estadios ninfales se usa una terminología basada en la letra L y un numero que le sigue, correspondiente a el numero de instar en el que la ninfa se encuentra; es decir, cuando una mantis recién eclosiona, se le llama ninfa en L1, cuando hace su primer muda pasa a el segundo instar y se le denomina ninfa en L2 y así sucesivamente; dependiendo de la especie varia la cantidad de mudas que se hacen hasta llegar a la etapa adulta.

Un instar antes de llegar a su etapa adulta se les llama subadultos y ya con la muda siguiente se les puede llamar adultas por fin pues ya cuentan con la metamorfosis completa, tienen las alas y el aparato reproductor completamente desarrollados.



La Mantis Religiosa es un insecto depredador. Acecha a sus víctimas permaneciendo inmóvil en algún arbusto.

Son depredadores muy eficientes que comen una gran variedad de insectos de diferentes tamaños y clases, pueden devorar inclusive algunas otras presas que no son precisamente insectos si no ranas y lagartos de tamaño pequeño.

Cuentan con un sofisticado armamento para poder realizar cacerías eficientes, su cuerpo esta completamente adaptado para matar, su cabeza es capaz de girar hasta 180° para poder estar atenta a cualquier posible presa.

Su cuerpo esta seccionado en tres partes Pronotum, abdomen y de cada una de estas sale un par de patas. Las patas que salen del abdomen y del tronco son únicamente patas que sirven para tracción.

Las patas captoras que salen del Pronotum tienen modificaciones en el fémur y la tibia, ambas secciones cuentan con espinas que se contraponen entre sí para encajar de manera perfecta, al cerrar el fémur contra la tibia se logra un efecto de “pinza” con el cual logran sujetar a sus presas sin dar oportunidad de escape.


Las mantis se distribuyen por gran parte del mundo; sobre todo en regiones tropicales y húmedas, aunque también las hay en regiones mas áridas.


La mayoría de especies de Mantis son sexualmente dimorfas, es decir las características de las hembras son relativamente diferentes a las de los machos.

En la mayoría de las especies, después de la 5 ª muda (L6), se pueden contar los segmentos abdominales para determinar el sexo. Por lo general las hembras tienen seis o siete segmentos abdominales.

Los machos son más cortos, más estrechos, y tienen ocho segmentos abdominales.

Los machos también pueden distinguirse de las hembras por sus alas que son mas largas que las de las hembras; los machos son de colores más pálidos y pueden volar si se sienten atacados o para buscar hembras, también las antenas de los machos suelen ser mucho mas largas y plumosas que las de las hembras, ya que estas les sirven como aparatos sensoriales para ir en busca de hembras.

La esperanza de vida de las mantis varia dependiendo la especie y el sexo, algunas pueden vivir más de 12 meses y otras hasta 7 u 8 meses, por lo general las hembras viven mucho mas que los machos.


Una Mantis es fácil de cuidar siempre y cuando se manejen bien los parámetros de temperatura y humedad.

Las mantis son delicadas. Se pueden manejar con cuidado, permitiéndolas caminar voluntariamente en la mano o en el dedo. De vez en cuando, las mantis se mueven con gran velocidad repentinamente, y nos pueden sorprender, si se les esta manejando es importante no dejarlas caer.

Dependiendo de la especie, toleran un rango de temperatura de 20 a 30 °C durante el día y 20 a 26°C durante la noche y una humedad entre 50 - 90%, estos parámetros dependen completamente de la especie ya que dependiendo de su región de origen, es como debemos adecuar dichos parámetros.


El objetivo principal de la humedad es ayudar a la mantis cuando muda ya que de no tenerse la humedad adecuada la mantis no lograra mudar correctamente y puede morir. Les gusta colgar boca abajo, así que hay que tratar de proporcionar un terrario más alto que ancho.
Su terrario debe contener algunas ramas en las cuales pueda posarse para capturar su alimento.

Es bueno también tener un ambiente que le permita sentirse protegida; una planta natural o artificial mejorara su mantenimiento; algunas mantis pueden llegar a necesitar inclusive flores para poder sentirse cómodas al cazar.

Puede necesitarse de algún método de calefacción durante el invierno, dependiendo de la especie de la Mantis. Es necesario tener una buena ventilación en el terrario para evitar que el aire se vicie y se generen problemas de salud; algunas Mantis son propensas a enfermar por falta de ventilación y más aun si hay hongos por falta de higiene dentro del terrario.

Una temperatura más alta acelera su metabolismo y puede acortar su expectativa de vida y por el contrario, una temperatura más fría retrasa el metabolismo y alarga su expectativa de vida, hay que tenerla dentro de un rango aceptable ya que de caer en los extremos se puede morir.


Aunque la hembra en muchas ocasiones termina comiéndose el macho durante el apareamiento, debemos tener en cuenta que, dada la naturaleza agresiva de esta especie de insecto, es muy frecuente que el canibalismo se dé durante el resto del año. De ahí que sea conveniente y casi imprescindible que mantengamos cada mantis en habitáculos distintos o independientes, si queremos tener una buena cría de mantis religiosa.
La medida de prevención de los casos de canibalismo en la mantis será más importante si nuestras mantis son de tamaños diferentes, en cuyo caso la probabilidad de ataques de las mantis más grandes hacia las más pequeñas es más probable, ya de por si alta.
Por lo que lo mejor será tener una mantis o varias, pero siempre separadas unas de otras, por si acaso.


Cuando son ninfas se les puede ofrecer insectos no voladoras y micro-grillos, mientras sean ninfas; hasta la 4ª muda se les debe alimentar con mayor frecuencia, ya adultas deben comer cada 3 días o 2 veces por semana y un alimento adecuado a su tamaño, por lo general grillos, mariposas, polillas, abejas, etc.


El proceso de muda es muy importante, ya que si no logra mudar correctamente pude llegar a morir.

Una mantis puede de dejar de comer un día o dos (a veces más) antes de su muda.

No hay que asustarse si un día la Mantis esta devorando una polilla y el próximo se niega, es simplemente que se está preparando para mudar.

Durante la muda, es fundamental que no se les perturbe. La Mantis se cuelga boca abajo de una rama o de la tapa, se quedan bien sujetas con ayuda de cuatro de sus patas y se agitan un poco para comenzar a romper su viejo exoesqueleto, después de un tiempo, los restos de su antigua piel y se cuelgan y se secan. Una vez que se ha secado, se reanudará la alimentación normalmente, pero es mejor dejar pasar un día para alimentarla ya que esta delicada por la muda.

Una mantis a veces pierde una extremidad en el proceso de muda, pero si la Mantis es joven, será capaz de regenerar la pérdida de la extremidad en sus próximas mudas, dependiendo de la gravedad de la lesión.

Si es adulta y ha perdido alguna extremidad, es imposible que la recupere, puesto que ya no mudara más y no le será posible regenerar la extremidad perdida.